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Breve análisis a la imagen de leche Lala

Estamos rodeados de imágenes, interactuamos con éstas todo el tiempo y recibimos sus mensajes cada vez que las vemos. Las imágenes usadas en la publicidad tienen una especial atención a cada elemento que interactúa dentro de ellas: la luz, los colores, la perspectiva, la posción de la cámara, la distancia, entre muchas otras cosas. Nada en una imagen publicitaria está ahí por accidente.

Hace unos días, mientras desayunaba, vi con un poco más de atención la imagen que está en el envase de la leche entera Lala. Podría parecer una exageración mía, pero los elementos que componen la imagen están ahí para que nuestros cerebros interpreten la supuesta armonía y estética que existe.

Veamos:

Primero, quitemos los elementos de la marca, que claro son importantes, pero no son el objeto de estudio. Nos quedamos con la imagen de cuatro personas: aparentemente, una familia tradicional y feliz.

Ahora, pensemos en los colores que interactúan: rojo, amarillo, azul y verde. Los primeros dos son colores cálidos y los portan los niños. Los otros son portados por los adultos y son considerados colores fríos. Abordemos esto a partir de la psicología del color:

El verde es el color de la estabillidad, de la integración y de la sensibilidad madura. Como se puede observar en la imagen, este color es usado por la madre.

El padre, como tradicional líder de familia, usa el color azul: Expresa confianza, libertad, tranquilidad.

La niña, usa el color amarillo: El color de la alegría y la luminosidad.

Finalmente, el niño en color rojo: El color de la pasión, de lo emocionante y lo agresivo.

Hasta ahora, podemos concluir que los elementos de color en esta imagen obedecen a una función comunicativa donde éstos también representan roles tradicionales. Mientras la niña es amarillo y es felicidad “tranquila”, el niño en rojo es impulsiivo, pasional y hasta agresivo. El hombre, padre de familia, en un color frío también asociado a la inteligencia se complementa con el verde de la madre, donde su función es la integración de los otros elementos.

Pero esto es relativamente fácil de observar, podemos ir un poco más allá:

En la imagen hay cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, todo aparentemente normal hasta ahí. Sin embargo, según esta imagen, la familia tradicional debe tener como primogénito a un varón, la niña será la menor. La madre, abrazando a su familia, está comunicando que es ella quien los cuida, cumpliendo su supuesto rol social como cuidadora de hijos y de esposo. Sin embargo, la madre está abrazando sólo a la hija y al padre, dejando al niño fuera. En ese sentido, puedo suponer que se debe a que el niño es esterotípicamente más independiente que la niña. Las niñas “necesitan” más cuidado que los niños, mientars ellas “deben” estar sentadas, los niños pueden salir, correr y ensuciarse, algo mal visto en una niña, con base en esa visión tradicional.

¿Qué está reflejando realmente esta imagen? A simple vista es sólo una familia sonriente, pero considero que los elementos de los que está compuesta siguen obedeciendo patrones esterotípicos con el fin de lograr una identificación. O de dar la imagen de que éso es lo que representa Lala: La supuesta familia tradicional.

¿Pero quien hizo esta foto pensó en todo eso? ¿O será algo tan incrustado en nuestro inconciente que creemos que es como debe ser?

En cualquier caso, dentro de la comunicación, y más aún en la publicidad, el adecuado manejo o manipulación de signos y simbólos es una clave fundamental para el éxito y que el mensaje sea recibido adecuadamente. Si nos volvemos manipuladores de signos, seremos mejores emisores y receptores de mensajes.

LALAENTERA